Dentro de la franquicia de MARVEL, en el momento en el que creía que no se podían hacer más películas de los vengadores, vi en cartelera una película que me pareció bastante atractiva ignorando el legado que la precede. Ant-Man y la Avispa: Quantumania ha sido un viaje de manera literal y metafórica. Por un lado, tenemos un modelo que podríamos llamarlo "general": tenemos a un superhéroe o varios, viviendo su vida normal (todo lo normal que puede ser velar por la paz), hasta que un estrepitoso imprevisto los acaba involucrando en uno de estos problemas de los cuáles podemos sacar hasta alguna moraleja, y acaban con el malo que tiene un doloroso pasado, para que todo vuelva a la normalidad.
Por el otro lado tenemos algo que personalmente valoro y me fascina con gran magnitud... Los escenarios son un pilar clave en toda representación visual (arte, cómics, películas...), y aunque a veces no nos demos cuenta, son culpables de que nos sintamos inmersos en una película. Los personajes de fondo, las ciudades, incluso lo que hay en el cielo juega un papel muy importante a la hora de crear un escenario. Y esto es algo que se ha sabido utilizar muy bien en este largometraje.
El mundo cuántico ha sido una muy buena oportunidad que han sabido aprovechar. A lo largo de la proyección vemos paisajes muy variados con su propia vegetación, formaciones rocosas, incluso disponen de una poblada metrópoli... Cada uno de estos lugares tiene una historia diferente que contar, y eso ha convertido al largometraje en una experiencia más enriquecedora. Porque aunque no se haya hecho mucho hincapié en los lugares por donde han pasado los protagonistas, unos pocos minutos nos sirven para conocerlo en profundidad.
Solo hay algo que me disgusta y a la vez me deja disconforme, y es que han presentado a un villano legendario en el MCU y lo han estropeado completamente. Modok es uno de mis villanos favoritos estéticamente hablando ya que presenta un diseño poco "humano" (una cabeza biónica gigante y voladora, con extremidades reducidas), pero en la película lo vemos como el ejemplo de cómo no hay que usar Photoshop.