jueves, 9 de marzo de 2023

Ant-Man y la Avispa: Quantumania






Dentro de la franquicia de MARVEL, en el momento en el que creía que no se podían hacer más películas de los vengadores, vi en cartelera una película que me pareció bastante atractiva ignorando el legado que la precede. Ant-Man y la Avispa: Quantumania ha sido un viaje de manera literal y metafórica. Por un lado, tenemos un modelo que podríamos llamarlo "general": tenemos a un superhéroe o varios, viviendo su vida normal (todo lo normal que puede ser velar por la paz), hasta que un estrepitoso imprevisto los acaba involucrando en uno de estos problemas de los cuáles podemos sacar hasta alguna moraleja, y acaban con el malo que tiene un doloroso pasado, para que todo vuelva a la normalidad. 

Por el otro lado tenemos algo que personalmente valoro y me fascina con gran magnitud... Los escenarios son un pilar clave en toda representación visual (arte, cómics, películas...), y aunque a veces no nos demos cuenta, son culpables de que nos sintamos inmersos en una película. Los personajes de fondo, las ciudades, incluso lo que hay en el cielo juega un papel muy importante a la hora de crear un escenario. Y esto es algo que se ha sabido utilizar muy bien en este largometraje. 

El mundo cuántico ha sido una muy buena oportunidad que han sabido aprovechar. A lo largo de la proyección vemos paisajes muy variados con su propia vegetación, formaciones rocosas, incluso disponen de una poblada metrópoli... Cada uno de estos lugares tiene una historia diferente que contar, y eso ha convertido al largometraje en una experiencia más enriquecedora. Porque aunque no se haya hecho mucho hincapié en los lugares por donde han pasado los protagonistas, unos pocos minutos nos sirven para conocerlo en profundidad.

Solo hay algo que  me disgusta y a la vez me deja disconforme,  y es que han presentado a un villano legendario en el MCU y lo han estropeado completamente. Modok es uno de mis villanos favoritos estéticamente hablando ya que presenta un diseño poco "humano" (una cabeza biónica gigante y voladora, con extremidades reducidas), pero en la película lo vemos como el ejemplo de cómo no hay que usar Photoshop.

miércoles, 8 de marzo de 2023

El gato con botas: el último deseo

¿Qué harías si sólo te quedara una vida? Cada día, me pregunto cómo es posible que una película enfocada hacia un público tan joven, haya maravillado a todos. La anterior entrega de esta serie tuvo un toque insípido debido a que rápidamente cayó en el olvido para la mayoría. Sin embargo, DreamWorks ha ido all-in, con esta producción, que sin duda alguna, ha logrado ganarse un puesto en el top de este año.


Tras un periodo de reflexión, llegué a la satisfactoria conclusión de que el tema principal de la película es la reconciliación en todos los sentidos: la reconciliación amorosa, con nuestros seres queridos, con nosotros mismos y con nuestro pasado. De la mano de cuentos y fábulas clásicas, Joel Crawford nos ha traído un largometraje que sin duda he disfrutado sin parar. Con una calidad de personajes y escenarios exquisita, unida a una estética y animación sensacionales, lo que más me ha sorprendido ha sido el personaje antagonista: la muerte. Este personaje encarnado como el lobo feroz de Los tres cerditos, aterroriza al protagonista, no para acabar con él, sino para darle una lección de vida (da que pensar eh...)

Nominada a un globo de oro, he de recalcar el trabajazo que ha realizado Antonio Banderas como doblador al realizar todo el guion del protagonista en tres variantes del español y dos lenguas extranjeras. Por encima de él tenemos a Vin Diesel doblando a Groot para Guardianes de la galaxia, que con sólo una frase en toda la película, tuvo que repetirla  en todos los idiomas posibles.

miércoles, 4 de enero de 2023

Eduardo Manostijeras y los espacios liminales


Hace poco me encontré de nuevo con un título que no fue muy bien recibido, pero es la continuación de un legado de gran calibre. Sin duda alguna estamos hablando de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Esta cuarta entrega sobre el arqueólogo, nos presenta un conflicto con los soviéticos en plena guerra fría. He de remarcar una escena en concreto en la que el aventurero se encuentra en un "barrio", completamente lleno de figuras, resultando ser un campo de pruebas para bombas. Y lo más raro fue no ver por ahí a Johnny Depp con el traje de Edward, porque estoy casi seguro de que reciclaron el decorado.

 Haciendo transición al título de Tim Burton, he de decir que el escenario principal es muy exagerado. Puedo entender que se quisiera representar un vecindario promedio de los años 60 a las afueras de la ciudad, siempre y cuando haga contraste con la mansión tenebrosa en la que se encuentra el protagonista. Pero no había razón de quitarme los subrayadores de clase y usarlos para pintar las casas.(Como se nota que en aquella época IKEA no había debutado...) Hay películas que podríamos decir que están sobrecargadas, dan mucha información. Pero lo bueno de esta película es que tiene un aire minimalista, el cual usa con una perfección notable. En el escenario principal, venga a ser el vecindario, priman los huecos. Grandes espacios vacíos en forma de jardines, paredes, calzadas... Esto nos hace ver que en el plano no hay nada interesante más lejos de la trama en desarollo.

Recientemente descubrí un tema que me fascinó, llamado las backrooms. Las backrooms o "cuartos traseros", son espacios vacíos que nos dan una sensación de familiaridad, pese a no haber tenido ninguna experiencia relacionada con estos lugares. También se les conoce como "espacios liminales".


lunes, 26 de diciembre de 2022

Hellraiser (Clive Barker)

 Cuando veo Breaking Bad y no se lavan las manos ni antes ni después de cocinar, me siento muy incómodo. Y pensar que luego la gente consume esas sustancias como si nada... Pues esa misma sensación de suciedad la tuve de manera prolongada en la película de Hellraiser. Puedo entender que era una película que en su época impresionaba. Me avisaron de que era una peli un poco asquerosa, y no hice caso a la advertencia, como de costumbre. (Cuándo aprenderé...) Y esa tarde de Julio, hice de tripas corazón... Y BAJÉ LA PERSIANA (lo siento, eran las 16:00 y lo único que veía en la tele era mi reflejo). Una vez acondicionada la sala, comenzó la proyección...

Y a pesar de haber requerido una pausa para beber agua y "descansar", no me disgustó tanto. Dough Bradley se disfraza de cactus, para ascender del infierno y castigar al que le deshizo el cubo de Rubik. Todo el ámbito infernal y oscuro, me gustó bastante. Esos elementos creaban un ambiente que disfruto en películas de terror. Pero la sangre me superaba. Cuenta la leyenda que más del 80% del presupuesto para el rodaje, se fue en kétchup. No soy muy experimentado en películas sangrientas, más allá de Squid Game y Terrifyer, no he tocado mucho este tema.


 Y a día de hoy, sigo sin entender qué me gustó tanto del largometraje. Hay quien podría tratarlo de "una combinación perfecta de pequeñas imperfecciones".  Y como muchas películas, deja escapar un detalle que podríamos llamar "error", el cual no mencionaré, porque prefiero que el lector mismo se aventure a ver este maravilloso título de 1987, y lo encuentre por su cuenta. 

Hoy mismo me sangró la nariz y el baño quedó peor que un escenario de Hellraiser

martes, 1 de noviembre de 2022

El efecto de Wes Anderson

El otro día vi una vez más uno de mis títulos favoritos de Wes Anderson. El fantástico sr. Fox narra las aventuras de un zorro que se la juega a 3 temibles granjeros exitosos en la ganadería y la agricultura. Desde pequeño me ha fascinado el estilo que creaba este director en sus películas. Hasta el punto de querer vivir en una de éstas o aplicar ese estilo en mi día a día. Y he encontrado esa sensación que me produce verlas. Escuchar la famosa Gymnopédie No.1 de Erik Satie mientras miras por la ventana en un atardecer de domingo, reflexionando sobre tu semana o pensando en cosas en las cuales no tienes ningún tipo de influencia, pero son importantes. También disfrutar de una plácida lectura tumbado en la hamaca, en el parque de Los Jesuitas de Salamanca, te transporta al universo de Wes Anderson. Pero, ¿por qué tenemos esa sensación?. En sus películas vemos a personajes viviendo aventuras dignas de ser contadas en forma de leyenda.

 Pero, sobre todo, en estos largometrajes prima la tranquilidad: la paleta de colores, los escenarios, la banda sonora, hasta el propio encuadre centralizado (que le da un toque característico a este director) nos produce una relajación gigantesca y un sentimiento que podríamos denominar como Peiskos (es una palabra nórdica que describe la sensación de hogar que nos inunda al sentarnos enfrente del fuego, ya sea la chimenea de casa o una hoguera en el campo). Wes Anderson nos enseña que al salir de nuestra zona de confort, ésta no desaparece, nosotros la expandimos. Nuestro hogar no es la casa donde vivimos, nuestro hogar son las personas y los lugares que nos hacen sentir seguros, que nos hacen sentir el Peiskos. En medio de la montaña, en la playa, en algún pueblo de una isla pequeña... Todos esos sitios acaban siendo el hogar de los personajes de: El Gran Hotel Budapest o Moonrise kingdom, junto a las personas que se conocieron durante la aventura.

martes, 30 de agosto de 2022

Todo en un día y la cuarta pared

 Mirar directamente a la cámara, interactuar con el espectador... Incluso estos momentos en los que afirmamos que Brad Pitt nos "ha puesto ojitos". Estos elementos son capaces de sacarnos de la atmósfera y hacernos recordar que estamos viendo una película. A este fenómeno también se le conoce como "romper la cuarta pared". La primera vez que lo vimos, fue en el aclamado western, Asalto y robo de un tren. También está presente en: Psicosis, Funny games, Superman, Los cuatrocientos golpes... (Entre otros).
Hay una infinidad de películas las cuales usan este recurso, sobre todo comedias, pero con mayor seguridad, la película especializada en romper la cuarta pared es: Todo en un día. De la mano de Matthew Broderick, encarnando al carismático Ferris Bueller, disfrutamos de una divertida aventura por las calles de Chicago, en la que Ferris se dirige directamente al espectador y hace las labores de narrador, ya sea para hacer alguna aclaración, o solo para hacer un comentario del tema. Esta película también nos muestra las vueltas que puede dar la vida, incluso en menos de 24 horas, y que si te paras a observarla, ¡podrías perdértela!. También este título cuenta con una banda sonora impecable, que a muchos les habrá hecho recordar la década de los 80 (como el tema principal de STAR WARS, que realmente, no sé qué tiene que ver en la película, pero es una curiosa y divertida referencia). En la trama tenemos al director del instituto, (también conocido como el padre de Beetlegeuse), el cual sufre Una serie de catastróficas desdichas, intentando pillar a Ferris con las manos en la masa. Pero solo acaba apalizado por la prota de Dirty Dancing... Pobrecito... También de esta peli aprendí que acelerando marcha atrás no le restas kilómetros a un Ferrari (contra todo pronóstico y desafiando la lógica y el sentido común). 
Otras de mis películas preferidas que rompen la cuarta pared son: El club de la lucha (de la que hablaremos otro día) y El lobo de Wall Street.

¿Cómo? ¿Aún estáis ahí? Se ha acabado. Marchaos



domingo, 22 de mayo de 2022

Whiplash y las escuelas de élite

 Probablemente una de las películas que más he disfrutado sea Inception (Origen). Es una película que da mucho que pensar. Y al igual que estar en un sueño dentro de otro sueño, voy a hacer una crítica de una crítica. Recientemente he tenido el placer de volver a ver una película que he disfrutado con su trama y con su estética, las cuales nunca he visto en otro largometraje. Whiplash es un conjunto de sucesos protagonizados por Miles Teller, y el hombre con el mayor entusiasmo por el jazz que jamás haya conocido este mundo, y que tiene el lenguaje más soez que he escuchado en mi vida. Una serie de episodios en el que un profesor de conservatorio y su talentoso alumno comparten experiencias que podrían tratarse de "acoso verbal". Mencionando a grandes artistas como Ray Charles y Charlie Parker. Andrew (nuestro protagonista) demuestra un innato talento para la batería y un afán extremo para triunfar en el sector musical al igual que sus ídolos. En esta película se presentan dos personalidades principales: un carácter agresivo y frío, y por otra parte, tenemos un carácter completamente contrario al anteriormente mencionado. Podría decirse que Andrew aprende del mundo del jazz "por las malas". Esta película representa a las escuelas de élite, y no sólo a las de música. 

En todas estas instituciones, los alumnos, independientemente de su edad, son sometidos a una presión que los lleva al límite, tanto de exigencia como de dificultad. Parece ser que el objetivo de estas escuelas es exprimir al alumno y a su talento sin dejar ni una gota. Al igual que después de la tormenta viene la calma, gracias a estos centros, los alumnos tienen mayor posibilidad de triunfar en su campo. Dejando las baterías y a Ray Charles de lado, esta película me ha encantado sobre todo a nivel gráfico. En raras ocasiones la paleta de colores se sale de la gama usada. Esos colores grisáceos y de poca luz le dan un toque tranquilo a la ciudad de Nueva York. Si a la puesta en escena le sumamos una banda sonora impecable, obtenemos una mezcla perfecta que sin duda la disfrutarán tanto los fans del cine como del jazz y la música en general.